Sulpicia Vulturi

por **Sulpicia Vulturi** Miér Dic 09, 2009 7:55 pm

Nombre:Sulpicia

Apellidos:Vulturi

Edad:978 años

Categoria a la que pertenece:Realeza Vulturi

Empleo:Gobernar

Sexualidad:Heterosexual

Aspecto físico (valida una imagen en spoiler de cuerpo entero del personaje):

Spoiler:

Rasgos psicologicos:Fuerte, inteligente, vanidosa, se presentara atenta, dulce y compresiva pero solo si quiere o necesita algo de ti, un poco consentida y elitista

Debilidades:el poder y la riqueza

¿Qué le gusta?ser el centro de atencion y salirse con la suya

¿Qué no le gustala gente debil

Historia:
Naci en una familia de clase media baja en Nicosia, Italia. Una de mis pasiones era la historia de mi país, siempre he pensado que Italia es una maravilla mundial, así que a los 18 años decidí estudiar Turismo. Conocí mi país de costa a costa y eso aunado a mis vastos conocimientos de los antepasados de Italia rápidamente encontré trabajo como guía de turistas en la Borsa Internazionale del Turismo. Mi área especializada era Volterra, así que me instalé y ahi y comencé una nueva vida. A mis 23 años conocí a un maravilloso hombre y me comprometí con él, hicimos todos los preparativos para la boda la cual se llevaría a cabo en la Basílica di Santa Maria Assunta, la Catedral de Volterra. El sueño de toda mi vida. Ya había cumplido los 25 años cuando el día ansiado llegó, todos me decían que podría ser la novia más hermosa de toda italia, y al verme al espejo con mi hermoso vestido de novia no pude dudarlo ni un minuto, me veia preciosa, pero la modista se dió cuenta de que el vestido me quedaba un poco grande de la cintura, así que tomó un alfiler y por un descuido me moví y la modista me pincho la muñeca, unas cuantas gotas de sangre mancharon el vestido, todas las que estaban a mi alrededor dijeron que era un mal presagio. Yo jamás había sido supersticiosa, así que solo sonreí y dije que no pasaba nada. Al fin terminaron de arreglarme y me llevaron a la catedral, se suponía que mi futuro esposo estaría ahi, pero no aparecía, esperamos una hora completa y él nunca llegó. Todos comenzaron a irse, no sin antes dedicarme miradas de lástima y alcancé a escuchar ciertos comentarios como "pobre, la dejaron en plena iglesia" no volví a saber nada de él. A partir de ahi decidí no volver a enamorarme jamás, me hice fría, cruel y despiadada, gozaba con hacerle daño a la gente, ya sea con mis palabras y a los hombres con mi indiferencia, para mi, todos eran un montón de traidores sin sentimientos. Así pasé los siguientes 4 años de mi vida, entregada unicamente a mi pasión: Italia.
En una ocasión me tocó un grupo numeroso: 46 personas, cosa que me pareció muy extraña puesto que mis grupos oscilaban entre 15 y 20 personas, pero mi superior me dijo que era un grupo de una empresa muy importante para ellos, así que tuve que ceder, a medio camino una hermosa chica nos interceptó y me dijo que mi jefe la había mandado para ayudarme con tan numeroso grupo, yo encantada acepté su ayuda. Ambas estabamos haciendo un muy buen trabajo, el grupo estaba muy contento de las atenciones de ambas. Mientras los turistas estaban tomando fotos a una escultura, la chica llamada Heidi, me dijo que habían cambiado la ruta, que teniamos que pasar por un túnel para evitar una aglomeración, que ese túnel era seguro y nos llevaría rápido a la siguiente parada el "Palazzo dei priori", no dudé ni un segundo y accedí, ella nos guiaba y todos la seguimos con seguridad.
Llegamos "al palacio" Heidi nos englomeró en un pasillo, me acerqué a ella y le pregunté donde estábamos, pues el pasillo no se me hacía conocido, y mucho menos la oscuridad que imperaba, Heidi me sonrió y me dijo que no me preocupara y que en un momento me decía por donde continuar. Voltee a ver a los turistas y todos se mostraban asombrados por la belleza del lugar que en realidad lo era, pero había algo que no me cuadraba. Heidi apareció otra vez y nos guió escaleras abajo. Llegamos a lo que yo habia visto en muchos libros las llamadas "Mazmorras" y ahi nos englomeró de nuevo, ahora si la mayoría de ellos estaban asustados, algunos gritaban histericos, otros me veian y me culpaban yo seguía en shock, solo recuerdo que detrás de Heidi aparecieron 7 personas con una sonrisa maléfica, me hice a un lado y me recargué en una de las paredes mientras veia como Heidi y los demás se avalanzaban hacia el grupo, en eso una sombra me cubrió, voltee a verlo y era un hombre que me sonrió, pero su sonrisa no era parecida a la que le vi a Heidi y a los demás, quise gritar pero el grito se quedó atrapado en mi garganta solo recuerdo que todo se volvió negro y al despertar ya no era la misma.....Ahora era Sulpicia Volturi, la esposa de Aro Volturi