Viniendo con Alice (Cullen)

Llegué unas horas después junto con Alice, cuando entramos en la casa me abstuve de tocarla y de tener ningún pensamiento relacionado con ella. Pues Edward podía andar por allí. Miré la casa, nunca antes había estado allí.

Tras unas cuantas horas por fin llegamos. Respiro hondo y giro un par de veces sobre mí misma y sonrío con cariño, al fin estamos libres, al fin en Forks.
-¿Ves? Lo hemos conseguido -me acerco al sofá de la entrada y le miro desde ahí. He notado que cuida mucho no tocarme, no le voy a forzar. -estás en tu casa -le animo.

[off]Dejamos que entren los demás o este es de los dos solo?

Es raro... imaginaé algo más... de época.
La sonreí de todas formas, desconfiado, sin moverme de la entrada. Era la primera vez que salía sin la Guardia.

off: lo abrí para ir a ver a toda la familia xD

Le sonrío
-¿Qué esperabas? ¿Que yo viviera con mazmorras, puentes levadizos, torres y tronos? -río divertida y me acerco a cogerle de la mano para arrastrarle dentro.
-No esperes encontrar un solo hueco sin luz -amplío más la sonrisa. Una casa diseñada para mí.

[off] cierto, no lo había visto xD

Recién llegaba de cazar y al acercarme a casa capte un olor que no me hizo ni pizca de gracia percibir... Me apresuré a llegar a la mansión y para mi sorpresa no habia nunguna hostilidad, me encontre a Alice dandole un paseo por el salon a Marco como si se tratase de una guia turistica... Parpadeé incredulo y fulminé a Alice con la mirada...
-Alice... -dije en un tono casi en interrogacion pues no entendia nada-

-Oh, hola Edward -digo nada sorprendida, le había visto llegar- Te presento a Marco, aunque sé que le conoces de sobra -añado con una sonrisa de lado a lado- se va a quedar con nosotros... una temporada -resuelta, abandono un instante a Marco para darle un abrazo a mi hermano
- No le juzgues por dónde viene, no tiene nada que ver -le susurro al oído, casi amenazadora.

Buenas, Edward.
Incliné ligeramente la cabeza, manteniendome a una distancia prudencial y controlando todo lo que podía mis pensamientos. Tenerlo cerca me era indiferente, aunque producía una ligera tensión en mis brazos.

-Que demonios haces? -murmuré a Alice cuando nos separamos del abrazo, y lanzé una fiera mirada en dirección a Marco.
Sabia que Alice jamás traeria a alguien con malas intenciones a casa, pero no me hacia pizca de gracia tener a un Vulturi alli rondando.
-Mas te vale que no ocurra nada... No pienso pasar ni una... -le dije señalandola y alzé una ceja. Volví mi mirada hacia Marco mirándolo con desconfianza y centrandome en saber que pasaba por su cabeza, en cuanto algo no me gustase las cosas irian por mal camino.- Hola Marco...

-Hago lo que quiero y me parece correcto -le digo fría como el hielo y mirándole fiera a los ojos.
-Cuando estén todos os lo explico, mientras tanto sé amable -alzo una ceja, esperando una respuesta afirmativa y vuelvo donde Marco, sonriéndole con gracia.
-No te preocupes, si no está Bella de por medio todo le parece mal -comento despectiva y medio en tono de burla.

Dibujé una leve sonrisa ante el último comentario de Alice, ignorando así el resto de palabras, para que no hubiera más tensión entre los tres. Procuré no mirar demasiado a Alice, pero tampoco a Edward.
Bonita casa.

Estaba en el despacho de Carlisle ordenando unos libros cuando siento las voces de Alice y Edward y otra persona. Baje rapido las escaleras y llegue hasta donde estaban todos.
-Alice! - le digo sonriendo y extiendo mis brazo para abrazarla, y mirando al recien llegado. Veo que Edward no parecia muy contento, ¿que te sucede?, pense

Vi bajar a Esme por la escalera, miraba la escena un tanto extrañada sobre todo a mi, escuché claramente sus pensamientos y señalé con mi vista a Marco...
-Alice nos trajo visita desde Volterra... -dije en tono exceptico y alzé una ceja mirando a Marco-

Hice una inclinacion con mi cabeza cuando me saludo Marco. La miro a Alice un poco confundida, ¿que hace aqui?, tenia muchas preguntas en mi cabeza, dudas, mi cabeza parecia un huracan. sabia que aturdiria a Edward. Lo siento, pens para él.

La tensión la noto cada vez más, que soy más sensible que el resto. Mi cabeza va a estallar, de la cantidad de visiones que acuden a mi mente, la gente de aquella habitación cambiaba de opinión cada dos por tres. Me llevo las manos a la cabeza, sin poder aguantarlo más.

-Bueno, ¡vale ya! -grito y me pongo entre los tres, formando prácticamente un círculo.
-Edward, ¿acaso te dije yo algo o me opuse con lo de Bella? ¿Acaso no he perdido parte de mi relación con Jasper, una parte muy grande, por disputas sobre ella? ¿Por qué no eres capaz de pensar un poco en mí por una vez? -grito histérica, a punto de echar a llorar.
-Dejadme dar un paso por lo de Jasper, ayudadme como yo siempre lo he hecho con vosotros, no me parece justo lo que estáis haciendo -el desconcierto de Esme me estaba provocando más visiones inexactas aún- Edward, sabe lo de Jacob y Ness y me ha prometido no meter las narices. Si lo hace es asunto mío el reprochárselo, no tuyo. -suelto derrotada, en bajo.

Dejo las disputas, sin mirar a nadie, sólo al suelo, voy hacia el sofá más lejano, el que está al lado de la ventana. Me hago un ovillo, acurrucándome con mis rodillas y entierro la cabeza hasta los ojos entre los brazos, para poder mirar tranquilamente a través de la ventana. Doy un largo suspiro, tenía que haber previsto que Edward no cedería, si algo daña a Bella o piensa que la va a dañar, le da igual el resto. Cierro mis pensamientos hacia él, como he estado haciendo hasta ahora.

Miré hacia los otros dos integrantes de la sala mientras Alice hablaba, cargándome de culpa ante todo aquello. Tal vez no debía haber ido, les ponía en una situación bastante incómoda.
Mis más sinceras disculpas por todo ésto...
Murmuré cuando ella terminó y se alejó, dude en si acercarme, pero acabé haciéndolo, poniendo una mano sobre su hombro.
Tienen toda la razón enfadándose o dudando, Alice.

-No, no la tienen. Que pregunten educadamente antes. Si no lo hacen, y con su actuación de ahora significa que no confían en mí -abro los ojos y miro al frente, bajando la cabeza y agradeciendo que me ponga su mano, poniendo la mía cuidadosamente sobre la suya.

No me giro al notar la presencia de Ness, prefiero dejar que sea ella quien saque a su padre del ensimismamiento. Si cabe, aprieto más la mano de Marco y pongo mi mejilla sobre ella.

Mi cuerpo se giró en el acto, al notar un próximo y latente corazón humano, los pensamientos sobre la sed y el hambre que aquello me producía salieron a la luz. Aunque no me aparté de Alice, pues al recordar quien era la recién llegada la sed fue sustituida por el interés. Ella no me recordaría, ni siquiera me había quitado la capucha en nuestro encuentro, cuando veníamos a matarlos a todos.
Señorita Reneesme, un gusto verla.

Me acerco a Alice y la abrazo de forma dulce. -todo estara bien- le susurro. Me preocupaba que reaccionara asi, estaba claro que Edward no aceptaria esta situacion y que a todos nos costara, pero luego de Jasper... acaso Alice no se merecia felicidad?.

-No, Esme, está claro que no -niego con la cabeza y cierro los ojos, apretando para no derramar lágrima alguna. Abrazo a Esme sin separarme de Marco, después de todo, aunque le costara, sabía que ella se iba a esforzar y que no sabía mucho a cerca del tema.

Marco, Marco Vulturi.
Esperé su reacción, odiaba que me relacionaran con mis hermanos y con el Clan.

Lanzo una mirada de advertencia a Ness, indicándole que no saque conclusiones precipitadas. Es extraño relacionar mi mirada con furia, o cualquier otra cosa, sólamente la podría comparar con esa finalidad.